Terapia de Esquemas. Me analizo a mí misma

Estoy perdida no, lo siguiente. Sí yo, María, la que hace toda esta web, la membresía, el blog…

Estoy haciendo un pequeño intento de volver a salir ahí fuera. A volver a expresarme y comunicar.
Me da miedo.

Y te explico el cacao mental que tengo con todos mis personajes internos.
Todos mis modos (en terapia de esquemas les llamamos Modos).

Primero te pongo en contexto.
Vivo en Ámsterdam desde hace 10 años. Trabajo desde hace 7 en una clínica de Salud Mental. Hace 2 compré una casa con mi novio. Todo genial.
Hace un mes lo he dejado con él, me he tenido que mudar urgentemente a un apartamento carísimo que encima es solo temporal y no me dejan empadronarme… No sé dónde voy a vivir dentro de unos meses.

Hace un mes también la clínica donde trabajaba fue a quiebra y empecé un nuevo trabajo. Tenía mucha mucha ilusión y resulta que me siento fatal y no es lo que pensaba. Lo voy a dejar.

Mi mundo en una cajita, lo han cogido y lo han agitado bien fuerte y ahora está todo desperdigado por ahí. Bueno lo he agitado yo.

Y he pasado unas semanas de abrumación total:

Mi parte crítica demandante no deja de decir desde hace más de un mes…

¨María tienes que publicar, tienes que hacer clases, cómo se te ocurre desaparecer, María por dios que te están pagando, tienes que darles lo que has prometico, aunque estés mal, tienes que hacerlo ya!!!! Y ni se te ocurra perder un día de trabajo, qué te piensas, tienes que trabajar¨

Mira que grita la cabrona… Y hay otra cabrona por ahí…

Cuando mi parte crítica castigadora se activa dice cosas bastante chungas:

¨Si esque te vas a quedar sola, siempre insatisfecha, ya verás sola como una colilla te vas a quedar. Quién te has creído que eres, si tu novio ya estaba bien, para qué buscás más, eres una flipada. Y además menuda vaga, que te cuesta levantarte y salir de la cama, cuento es lo que tienes tú. ¿Cansada? sí anda, si no haces nada!¨

Las partes críticas nos abruman, nos bloquean, nos hacen sentir mal y aunque a veces pensamos que nos decimos esas cosas para motivarnos NO AYUDAN. Si gritan muy alto nos paralizan, nos hacer sentir ansiosos, perdemos la confianza, nos pueden deprimir y meter en un agujero negro.

Seguimos…

También para no escuchar todos esos mensajes taladradores tengo protectores, mecanismos de defensa que nos ayudan en parte a no sentir, pero que a la larga pueden ser dañinos si toman el control y no sabemos ponerles límites.

En el pasado me refugiaba en el trabajo, haciendo mil cosas, pero ahora no tengo energía. Este protector es un poco la sobrecompensación.

Ahora me siento exhausta. Me cuesta levantarme por las mañanas. Salir de la seguridad que me dan los edredones.
Puede ser un poco de evitación, evitar afontar mi vida, o también puede ser que sencillamente es demasiado todo lo que tengo que procesar. Me ha costado incluso cocinar para mí misma al principio…

¿Y cómo se siente mi niña?

Mal, ansiosa, con mucho miedo del futuro, insegura, sin saber para donde tirar, presionada, triste y muy sola. Las noches son difíciles, silencio y miedo.
Mi niña vulnerable necesita recuperarse, apoyo y compañía.

Date tiempo María. Es totalmente normal que te sientas mal, perdida, ansiosa. Es mucho cambio de repente. Es una decisión muy difícil la que has tomado. Eres valiente (eso me dicen mis amigas, yo no me lo creo aún). Y todas tus bases principales están tambaleantes, pareja, casa y trabajo. Ahora enfócate en encontrar la base otra vez. Vamos a cocinar rico, queda con tus amigas, y igual vete al Spa (fui al Spa todo un día entero!).

Esto es lo que intenta decir mi Adulta Sana. Mi parte fuerte, sabia, responsable y compasiva.
Y a veces lo consigue y me cocino unas lentejas ricas y me siento mejor.
Y otras veces no lo consigue y entro en bucle y siento la ansiedad crecer.

Así estoy. Poco a poco mejor.

Poco a poco atravesando cada parte, atravesando cada situación de mierda y cada emoción.

Poco a poco teniéndome paciencia.

Porque al final, estoy en un limbo, con miedo, pero también con mucha libertad.

Porque puedo mirar el horizonte y decidir hacia dónde tirar.

Dibujar mi futuro.

Porque aunque me dé vértigo quiero creer que soy capaz.

Aún con vértigo, sigo caminando.