¿Qué necesitamos de niños?

De niños todos tenemos unas necesidades básicas. Todos todos.

Un paciente me dijo un día: ¨Yo pensaba que las necesidades de un niño eran comida, un techo y poder ir a la escuela. Yo pensaba que mis padres me había dado de todo.¨

Cierto. Éstas son necesidades muy muy importantes y que muy desafortunadamente no todos los niños pueden disfrutar en su vida.

Sin embargo, a las necesidades a las que me refiero aquí son más psicológicas y afectivas.
En la Terapia de Esquemas se diferencien cinco necesidades emocionales básicas.

Y aquí te las explico un poco más:

1. Seguridad y afecto.

Si en casa todo eran peleas y no te sentías apreciado…

puede que…

  • te sientas fácilmente abandonado
  • te cueste confiar en los demás
  • te avergüences de ti o sientas que no mereces nada positivo.

Muchas veces no es necesario que tus padres te tratasen directamente mal, muchas veces la negligencia, el no pasar tiempo contigo puede afectar en nuestra sensación de seguridad. Y muy importante, no todo son los padres. Casos de bullying en el colegio o un familiar que se riera de ti continuamente por ejemplo también pueden afectar muchísimo en el desarollo.

2. Expresión de emociones y necesidades

Si normalmente no te escuchaban cuando hablabas o pedías algo…

puede que…

  • no te atrevas a pedir ayuda.
  • bloquees tus emociones y no sientas ¨nada¨
  • te cueste saber qué es lo que estás sintiendo.

O te sientas emocionalmente muy inhibido, incapaz de llorar, enfadarte…o creas que no puedes tomar espacio y que lo que tú quieres no cuenta.

3. Espontaneidad y Juego

Si en casa todo eran reglas, seriedad y estudio

Puede que…

  • te cueste disfrutar.
  • te sintas culpable cuando haces algo por mero placer.
  • no puedas nunca jugar o ¨hacer el ridículo.¨

4. Autonomía

Si tu madre hacía todo por ti y no te dejaba ir solo a ningún lado…

puede que…

  • te hagas dependiente de otros o tengas miedo a estar solo.
  • o al contrario, quieras mostrar qué independiente eres. ¨No necesito ayuda de nadie.¨

O creas que el mundo es un lugar peligroso, que eres incapaz de conseguir algo por ti mismo en la vida o vayas de una relación de dependencia a la siguiente.

5. Límites realistas

Si te permitían todo y eras el rey de la casa,

puede que…

  • te falte autodisciplina para finalizar tareas…
  • sientas que tienes derecho a todo y estás por encima de los demás.
  • no seas capaz de ponerte límites a ti mismo, o a los demás.

O si en casa había demasiados límites, puedes incluso al crecer sentir la necesidad de desafiar todas las normas, rebelarte contra la autoridad…

Los ejemplos que aquí explico son simplificaciones de la realidad.

Somos mucho más complejos que todo esto.
A no siempre lleva a B o viceversa.

Todos los niños merecen lo mejor.

Y tu niño interior también. Se merece apoyo y aprecio.

Y poder jugar y disfrutar. Y saber controlarse o realizar tareas aburridas cuando es necesario.

Y ser escuchado y atendido. Y sentirse libre y capaz.

No haber recibido algo de niños no significa que estemos rotos,

que no haya nada que hacer. Aunque cueste, se puede.

Confía.

Te lo mereces.