Terapia de Esquemas: ¿Cuáles son las necesidades básicas?

La terapia de esquema es una psicoterapia integrativa que combina la visión y las técnicas de otras terapias, como la terapia cognitivo-conductual, la teoría psicodinámica, la teoría del apego y la terapia Gestalt, creando un modelo único para abordar patrones de pensamiento y acción de larga duración y difíciles de tratar.

Creada (u organizada y estructurada, porque realmente recoge conceptos de otras corrientes formando una unidad y una visión particular con sus métodos y técnicas) en los años 90 por J.E. Young, tiene unos resultados de eficacia muy por encima de otros enfoques para tratar problemas persistentes y trastornos de la personalidad. Hay múltiples investigaciones realizadas (Randomized Control Trials) y actualmente mi lugar de trabajo IPSY lleva a cabo una junto con el investigador Arnout Arntz y la Universidad de Amsterdam.

Se basa en la idea de que los humanos tienen necesidades universales, y cuando en la infancia no se satisfacen lo suficiente, podemos desarrollar ciertas visiones del mundo que pueden conducirnos a patrones maladaptativos y en ocasiones autodestructivos que se repiten durante la edad adulta.

Imagina que tus padres tenían dificultades para escucharte cuando estabas enfadado o incluso te castigaron o pegaron cuando esto sucedió, o simplemente nunca parecían muy interesados en tu situación emocional. Pudiste haber aprendido a suprimir tus emociones y no comunicar tus necesidades. Usando la metáfora de unas gafas, creces con la vista «Mejor no expreso mi enojo, de lo contrario me castigarán». Estas gafas, esta visión de la realidad era adaptativa cuando eras niño, pero puede ser problemático más adelante. Tener la «libertad para expresar necesidades y emociones» claramente no era una posibilidad en ese momento.

Imagina que creciste en una familia abusiva, donde te trataban sin respeto y con amenazas verbales a diario. A veces, recibías un trato muy positivo y otras veces te gritaban y te dejaban solo en casa. Te sentiste inseguro en tu propia casa, así que desarrollaste una visión que podría resumirse en «el mundo no es seguro y todos pueden abandonarme en cualquier momento». La necesidad básica de estabilidad y apego seguro no fue satisfecha.

Imagina que naciste en una familia muy estricta, con altos estándares, padres con mucho éxito profesional, y toda la atención iba hacia los resultados que conseguías en el colegio o las actividades extraescolares. No había mucho tiempo para divertirse o amigos. Creciste con la creencia central de que «no puedo perder ningún momento, jugar y relajarse es inútil». Esto fue necesario en la infancia para poder ser aceptado, sin embargo, puede traer dificultades o provocar un agotamiento en años posteriores. El tiempo para la «espontaneidad y juego» era inexistente en esta familia.

Y así sucesivamente.

En terapia tratamos de generar más conciencia acerca de las necesidades emocionales que no fueron cubiertas en los primeros años de vida que nos están afectando hoy en día y los esquemas maladaptativos asociados con ellas.

Por ejemplo, utilizamos visualizaciones y tratamos de reescribir a través de ejercicios guiados momentos del pasado que son las bases de nuestras creencias maladaptativas presentes.

Utilizamos roles y ténica de la silla para descubrir distintas partes de nosotros mismas que pueden estar en conflicto. La parte crítica y castigadora con nuestra parte vulnerable por ejemplo. O el querer dejar una relación y a la vez no, o la parte evitadora con la parte que necesita atención…

Tratamos de identificar lo que sentimos ahora y entender qué relación tiene con nuestras creencias limitantes y cómo podríamos cambiarlas.

También indagamos en qué heridas (o esquemas maladaptativos tempranos) son los principales y los que más daño nos siguen causando hoy en día.

Puedes leer más acerca de las heridas aquí.

En terapia por ejemplo, podemos trabajar la necesidad de ¨espontaneidad y juego» de una manera muy directa, con improvisación y música, invitando al paciente a soltarse. Aprendiendo a disfrutar y permitiéndonos explorar y tener placer.

Por otro lado, a través de intervenciones corporales y de movimiento, uno puede aprender a expresar emociones, entrar en contacto con la ira o la tristeza de manera segura, desarrollando así una gama más amplia de respuestas emocionales y aprendiendo a identificarlas y comunicarlas de una manera más efectiva.

Además en Terapia de Esquemas contamos con dos cuestionarios internacionalmente verificados para poder entender mejor cuales son tus esquemas y los modos en los que vives más a menudo.

En la sesión, le doy mucha importancia a la autonomía, si es eso lo que a la persona le faltó en la infancia normalmente se presenta más dependiente y necesita muchas instrucciones. Justamente en dichos casos pongo más énfasis en generar la suficiente confianza para que la persona pueda tomar sus propias decisiones y pasos.

Puedes leer más acerca de la Terapia de Esquemas en este artículo

Y si te interesa, en el Retiro ¨Tu cuerpo y Tu niña interior¨ en Septiembre 2022 vamos a indagar en las necesidades emocionales y empezar a descubrir qué heridas nos están obstaculizando en la vida.