Mis mujeres de Sant Andreu.
Que hermosas. Venían una mañana a la semana.
Muy alborotadas y habladoras, pero cada cual más guapa y agradecida. Unas quince mujeres y yo bailamos danza oriental en el Casal de Gent Gran «La Palmera» en Sant Andreu, Barcelona.
Durante la primavera de 2012 practicamos juntas algunos pasos de danza, y juntas también creamos una coreografía para mostrar a todo el Casal.
Menudo cacao para escoger el vestuario… Al final el negro ganó. Si es que el negro pega con todo.
No tengo palabras para agradecer a todos los trabajadores del casal, a ellas, las reinas, y a todos los que nos vieron. Aplaudieron mucho. Y al parecer les gustó tanto que algunos del público querían que repitiéramos la danza!
Y más todavía.
Sin enterarme estaba ya usando técnicas de Danza Terapia. Aparte de la coreografía, bailamos también en círculo. Un círculo de Marian Chace (esto es para las DMT-nianas claro…)
¿Qué es eso? Pues todas juntas en un círculo, bailamos dejándonos inspirar por los movimientos de las demás. Yo tomaba movimientos de ellas, y ellas me seguían. Más o menos. Porque el objetivo no es copiar exactamente los movimientos sino moverse en el sentimiento y la cualidad de movimiento de la que lidera el círculo.
Y el último día de clase me prepararon un almuerzo de despedida, una postal firmada por todas.Tan ñoña soy que se me caían las lágrimas.
Reinas son y serán.
Como mi abuela Carmen y mi abuela Blanca.
Y como todas las abuelas.
Porque todas pueden bailar.
Así que coge a tu abuela y date un paso doble!